Entra el niño al cuarto del abuelito y le pregunta:

-Abuelito ¿Ya mero te duermes?

El abuelito observa su reloj y dice:

-No hijito, aún es muy temprano para dormir

El niño impaciente vuelve a preguntar:

-¿Estás seguro que no tienes sueño abuelito?

El abuelito responde:

-Claro que no, ¿por qué tanta insistencia en que me duerma?

El niño con una sonrisa angelical responde:

-Es que en la sala estaba platicando mi papá con sus amigos y clarito escuché que dijera: Cuando el anciano cierre los ojos ¡Nos volvemos millonarios!


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