Se encuentra postrado en la cama Don Vejete Vida Larga en sus últimos momentos y junto a él su abnegada esposa. Sintiendo que la existencia se le acaba, Don Vejete estira la mano y le dice a su amada esposa:

-Viejita, antes de morir necesito hacerte una confesión

-No tienes que decirme nada, responde la esposa.

-Necesito decírtelo viejita para poder morir tranquilo. ¿Te acuerdas de la vecina flaquita de buen ver que vendía fruta en frente de nuestra casa?

-Claro que me acuerdo, responde la casi viuda

-Bueno, pues ese cuerpo fue mío.

La viejita, apretando la mano le dice a Don Vejete:

-Bueno, pues ya entrados en confidencias, yo también tengo un secreto que debes saber

El moribundo aprieta la mano de su esposa y le dice:

-¿Qué me quieres confesar?

-¿Te acuerdas cuando apenas teníamos 3 años de casados y vivíamos frente a la estación de bomberos?

-Claro que me acuerdo, exclama Don Vejete, en ese tiempo te dejaba mucho tiempo sola porque trabajaba doble turno

-Bueno, pues te confieso que ese cuerpo fue mío.

-¿A qué cuerpo te refieres viejita? Pregunta el casi difunto

Responde la esposa con una sonrisa socarrona:

-Pues al ¡Cuerpo de Bomberos!

Felicidades a esos héroes verdaderos en su día: 22 de Agosto Día del Bombero