Sucedió que en un país muy desarrollado, un profesor está almorzando en el
comedor de la Universidad. Un alumno viene con su bandeja de alimentos y se
sienta al lado del catedrático, sin preguntar si podía hacerlo. Esto incomoda al
docente, por lo que dice al alumno:



-Un puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos.



A lo que sin inmutarse y de forma rápida contesta el alumno:


-Pues me voy volando-, y se cambia de mesa.



El profesor verde de rabia, decide cobrarse esta afrenta en el próximo examen
aplicándoselo de forma escrita y oral, pero el alumno responde con brillantez
a todas las preguntas, de tal manera que no encuentra la forma de como
perjudicarle, por lo que le realiza la última pregunta:



-Usted está caminando por la calle y se encuentra con una caja. Dentro de ella
están una bolsa con la sabiduría y una segunda con mucho dinero: ¿Cuál de las
dos bolsas usted se llevaría?



El alumno responde sin titubear:


-¡El dinero!



El profesor le dice:


-Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?



-Cada uno toma lo que no tiene-, responde el alumno:



El profesor, histérico y lleno de rabia escribe en la hoja del examen: ¡Idiota! Y se la devuelve al sagaz alumno. Éste, toma la hoja y se sienta. Al cabo de unos segundos se dirige al profesor y le dice:


-Estimado maestro, me ha firmado la hoja pero no me puso la calificación…



Moraleja: Para canijo, canijo y medio.