Se encuentra en el manicomio Lucas conversando con Lorenzo, pero este último ni caso le hace. Lucas se pone de cabeza, hace ademanes alusivos a sus palabras pero Lorenzo se encuentra totalmente distraído.


Harto de estar hablando literalmente solo, Lucas toma del rostro a Lorenzo y le grita frente a frente:


-¡Que no oyes que te estoy hablando!


Lorenzo con mirada perdida en el infinito le contesta:


-No te escuché, me distraje escribiendo una carta.


-¿A quién se la escribes?- Pregunta Lucas


-A mí mismo- Contesta  Lorenzo


-¿Y qué dice?- Cuestiona nuevamente Lucas


-No sé pues aún no la leo ¡la recibiré hasta mañana!