Llega la señora a su casa después de un arduo día de trabajo y ve a su esposo tirado en el sofá de la sala viendo el televisor.

Con tal de iniciar la plática la señora le pregunta:

-¿Qué ves en la televisión gordito?

El esposo sin despegar la mirada del aparato televisivo contesta:

-Veo un poco de polvo

La señora hace un gran coraje pero se aguanta, se dirige a la cocina, prepara la cena y comen en total silencio.

Llega la hora de dormir y la señora muy cansada se recuesta intentando descansar, cuando siente que el esposo se acuesta junto a ella, la abraza y con voz sensual le susurra al oído:

-Vieja, no tengo calzones

La señora sin abrir los ojos le contesta:

-¿No tienes calzones? Pues baja, enciende la lavadora y pon a lavarlos


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