Un policía detiene un auto que viaja a exceso de velocidad y le dice al conductor:

-¡Su licencia de conducir!

-No tengo, la he olvidado, pero mire

El policía le interrumpe la frase del conductor de forma súbita y hace otra pregunta:

-¡El permiso de circulación del auto!

Nervioso el hombre contesta:

-Con las prisas de salir corriendo, también lo olvidé, pero permítame le explico que

Y sin esperar que termine de hablar, el policía le vuelve a interrumpir en tono violento:

-¡Cállese, todo lo que diga será usado en su contra! Y dada la naturaleza del delito, ¡usted amerita cárcel!

Ya en la comisaría el hombre se encuentra tras las rejas, apesadumbrado, con el cabeza entre las manos, totalmente abatido cuando llega el guardia a la celda y le dice:

-Está usted de suerte, pues el alguacil de este pueblo no se encuentra debido a que se fue a la boda de su hija, y cuando regrese le va a perdonar su falta pues seguro vendrá de muy buen humor.

-No lo creo- responde el hombre a punto de llorar

-¿Por qué está tan seguro?- pregunta el policía

-Porque el novio ¡Era yo!


CHISTES ANTERIORES DE RISOTERAPIA