Un tipo llega con su amante a un hotel de paso y al entrar ve el coche de su suegro estacionado en el interior del hotel y dice:

-Mira el coche de mi suegro ¡El muy canijo! No sé con quién habrá venido, pero me voy a cobrar de una vez por todas los malos ratos que me ha hecho pasar.

Uniendo la palabra al hecho, se acerca al auto, lo abre y le quita el autoestéreo sin dejar de reírse. Cuando termina de hacer lo que fue hacer, se dirige a casa de su suegro y le pregunta:

-¿Qué le pasa suegrito que le veo de tan mal humor?

El suegro le contesta:

-¿Qué me pasa? Pregúntale a la descuidada e irresponsable de tu mujer que le di prestado mi coche para ir a misa ¡Y que le roban el estéreo al auto en la puerta de la Iglesia!



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